Decisión difícil
Durante la Segunda Guerra Mundial, as en los cielos de Europa vuela en el Pacífico y derriba un C-47
En mi más reciente visita al Pima Air and Space Museum, cerca de Tucson en el Estado de Arizona, (EUA), me sorprendí al entrar en el Hangar 4 y ver una de las más recientes restauraciones: el avión que, cuando niño, soñaba pilotar, el North American P-51D Mustang. Pero me extrañó su nombre: “Bad Angel” (Ángel Malo).
Extasiado admiré sus aerodinámicas líneas y recordé muchas historias de su actuación en Europa y en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, cuando algo aún más extraño que su nombre, me llamó la atención.
Orgullosamente exhibidas en la lateral del fuselaje del “Bad Eagle” pilotado por el teniente Louis Curdes, estaban sus victorias sobre aeronaves enemigas: ¡Diez aviones! Pero algo debía estar equivocado: ¿Siete alemanes, un italiano, un japonés... y un americano?
Inmediatamente supe que debería haber una buena historia ahí. Como en todo buen museo americano, uno de los monitores andaba por el hangar y fui a perguntarle el porqu´é de esa bandera americana. Debería ser un error. Não podía ser. Si hubiera sido un error del piloto, él no habría agregado esa bandera a sus victorias.
En 1942, los Estados Unidos necesitaban urgentemente muchos pilotos para la cantidad de aviones de combate que estaban produciendo. El teniente Louis Curdes fue uno de ellos. Con 22 años terminó el curso de entrenamiento e inmediatamente fue enviado para el teatro de operaciones del Mediterráneo, para combatir contra los nazis.
Llegó al 95º Esquadrón del 82º Grupo de Caza de la Fuerza Aérea del Ejército de los Estados Unidos (USAAF) en abril de 1943, para pilotar un Lockheed P-38 Lightning. Diez días después ya había derribado tres cazas Messerschmitt Bf.109, y después de derribar otros dos, en menos de un mes Louis era un as.
Durante los tres meses siguientes, el teniente Curdes derribó un caza italiano Macchi C.202 Folgore y otros dos Bf.109, pero su buena suerte se acabó. El 27 de agosto de 1943, un caza alemán lo derribó sobre Salerno, en Italia.
Capturado por los italianos fue enviado para un campo de prisioneros cerca de Roma, donde pensó que pasaría el resto de la Guerra, pero estaba equivocado. Pocos días después los italianos se rindieron. Louis y otros pilotos lograron evadirse antes de que los nazis ocuparan o campo.
El teniente Curdes volvió para las líneas americanas, pero esa vez, el Tío Sam lo envió para las Filipinas, donde pasó a volar en North American P-51 Mustang y pocos días después derribó un Mitsubishi de reconocimiento, cerca de Formosa. Ahora él era uno de los tres pilotos americanos a tener victorias contra las tres potencias del Eje: Alemania, Italia y Japón.
Hasta aquel momento, la carrera de combate del joven teniente Louis Curdes había sido normal, pero su historia cambiaría de manera tan bizarra que daría un guión de película de ficción.
Mientras atacaba a la isla de Bataan, ocupada por los japoneses, el ala de Louis fue derribado y cayó al océano en paracaídas. Circulando sobre él, Louis vio que estaba vivo y se quedó en las cercanías para guiar al avión de rescate y protegerlo de los ememigos.
Poco después vio un avión grande, con el tren de aterrizaje abajo preparándose para aterrizar en el aeropuerto de Bataan y se aproximó para investigar. Para su sorpresa, el avión que intentaba aterrizar en la isla ocupada por los japoneses era un transporte Douglas C-47 con insignias americanas.
Intentó sin éxito hacer contacto por radio. Realizó varias maniobras frente al gran transporte para alertarlo. Pero el C-47 continuó en la aproximación. Aparentemente, la tripulación del bimotor no sabía que se preparaba para aterrizar en una isla ocupada por los japoneses.
El teniente Curdes ya había leído noticias sobre la crueldad de los japoneses con sus prisioneros. Él sabía que quien estuviera en aquel C-47 americano sería muerto al desembarcar. ¿Qué podría hacer?
Audazmente, después de una difícil decisión aliñó su P-51 atrás del C-47, apuntó con cuidado y destruyó al motor Nº 2 con sus ametralladoras .50. Pero el C-47 continuaba volando en dirección a Bataan, por eso Louis disparó contra el otro motor dejándole al confuso piloto una única opción, amerizar.
El bimotor tocó la superficie a unos 50 m del compañero de Louis, el cual, como había anochecido y estaba con poco combustible, decidió volver a su base.
A la mañana siguiente, Louis buscó y encontró al Consolidated PBY Catalina que había rescatado al piloto del Mustang y a los dos pilotos y 12 pasajeros del C-47, incluyendo dos enfermeras. Todos sobrevivieron y más tarde el teniente Curdes se casó con una de aquellas enfermeras.
Por haber derribado un avión de transporte americano desarmado, evitando que sus ocupantes cayesen en las manos de los japoneses, el teniente Louis Curdes fue condecorado con la Distinguished Flying Cross. Por eso, en el cuadro de victorias del fuselaje do su P-51D Mustang “Bad Angel”, junto a los siete alemanes, un italiano y un japonés, orgullosamente pintó una bandera americana.
Publicado em 12 de Diciembre de 2016 a las 14:41