Complejidad diaria
Miles de pasajeros al año cruzan la cordillera de Los Andes en crucero a diferentes destinos, ¿Que factores afectan el cruce?
El cruce de la cordillera es algo normal el día de hoy, pero apun sigue siendo igual de complejo que en sus inicios. | Foto: Martin Romero
Desde los comienzos de la era de la aviación en América del Sur el hombre quiso saltar la gran pared de la cordillera de los Andes en una aeronave. Desde los inicios de la aviación comercial en la región, las rutas trasandinas fueron explotadas por innumerables operadores y aeronaves.
Pero en la actualidad, es mucho más común ver aeronaves cruzar de un lado al otro de la cadena montañosa, que es la columna vertebral del continente. Pero, ¿alguna vez te preguntaste por qué hay que abrocharse si o si los cinturones de seguridad? ¿Por qué la mayoría de las aeronaves cruzan por el sur del continente y no por la zona de Colombia y Perú?. Todas estas preguntas y muchas otras más te responderemos en este artículo.
La cordillera de Los Andes es una cadena montañosa que se extiende de sur a norte y que alcanza una altitud máxima de 6900 metros (Cerro Aconcagua) en la zona del centro de Chile y Argentina, en cercanía de las ciudades de Santiago y Mendoza. En el sector sur de América del Sur la cordillera es más angosta que en el norte, es decir zonas de países como Perú, Colombia y Ecuador. Este dato es importante para entender porque la mayoría de los vuelos cruzan por el sur de la cordillera y no por el norte.
Ahora bien, los dos factores que pueden afectar un cruce de la cordillera en un vuelo comercial o privado son meteorológicos. El primer factor son las ondas de montaña, son variaciones en la dirección del viento que se generan cuando una corriente de aire fuerte choca perpendicularmente con una cadena montañosa muy elevada.
Estas ondas de montaña se encuentran en muchas cadenas montañosas como los Alpes y las Rocosas. Gráficamente se describen como las olas del mar agitado, que al variar su dirección tanto vertical como horizontalmente, golpean a la aeronave desde abajo o costados generando turbulencia moderada o severa.
Un indicador visual que nos permite discernir la presencia de turbulencia por sobre las montañas, es la formación de nubes lenticulares. Estas nubes advierten sobre la presencia de turbulencia pero son un indicador certero de la presencia de onda de montaña. Las nubes lenticulares son capas de nubes que se forman sobre las cúpulas de las montañas y las cubren como si fuera un velo.
El segundo factor son los jetstream. En todo el globo hay corrientes o chorros de aire llamados Jetstream, que van en sentido oeste-este, y generalmente se encuentran en las latitudes +/- 30 y +/-60. Aquí está el primer factor. Santiago de Chile está ubicada cerca de la latitud 30, lo que supone que por encima de ella circula un jetstream en dirección a Argentina.
Estos chorros de aire se componen de un corriente de aire que circula a gran velocidad, la cual tiene un extremo con aire cálido y un extremo con aire frío, generalmente en el hemisferio sur al norte se encuentra el aire cálido y al sur el aire frío. También la velocidad del flujo varía según la época del año. Entre los meses de abril y agosto tiende a acelerarse, este fenómeno se debe a que la atmósfera se enfría y la tropopausa, que es el límite entre la troposfera y la estratósfera, se encuentra en niveles más bajos.
Este descenso de la tropopausa presiona el flujo de aire contra la cordillera en forma vertical y se produce un efecto venturi, efecto en el cual un fluido se acelera al atravesar una sección más angosta del tubo que lo transporta. Es por eso que en crucero se pueden llegar a encontrar vientos de más de 130 nudos.
Esta aceleración del jetstream también genera una mayor onda de montaña, que se puede extender hasta 200 millas fuera de la zona de montaña. Esta es una de las principales razones por las que es obligatorio para la tripulación encender la señal de los cinturones de seguridad, ya que las ondas de montañas no siempre son visibles y sus embestidas pueden ser severas.
La formación de hielo sobre la cordillera es muy variable dependiendo de las condiciones atmosféricas, en regla general la carga de hielo es de ligera a moderada, pero hay casos en los que las condiciones atmosféricas son muy desfavorables, formación de cúmulos nimbus por ejemplo, en la que la aeronave puede sufrir una carga severa de hielo. Cabe destacar que son condiciones atmosféricas atípicas.
El jetstream en los meses de invierno puede generar vientos de más de 130 nudos, en imagen viento del sector oeste a 158 nudos.
Para el cruce de la cordillera hay diferentes puntos entre Argentina y Chile. A la hora de planificar el vuelo y la ruta, debe tenerse en cuenta las alertas SIGMET, alertas meteorológicas de condiciones extremas como por ejemplo fuertes turbulencias, así como también estar atento a reportes de tránsitos que hayan cruzado anteriormente y hayan atravesado turbulencias severas o carga de hielo severa.
En caso de que se den estos factores, la ruta se planificará por otro punto de cruce más al norte o más al sur, evitando la zona conflictiva.
Este cruce se da según las rutas de despresurización, es decir, si la aeronave sufre una despresurización, el oxígeno disponible a bordo estará disponible por un tiempo limitado. En aeronaves como el Boeing 767 cuenta con 13 minutos de oxígeno, lo que significa que la aeronave deberá alcanzar niveles inferiores a los 10.000 pies antes que se cumplan los 13 minutos.
Cerro Aconcagua 6962 metros sobre el nivel del mar. | Foto: Martin Romero
Cruzar la cordillera por San Juan, Argentina supone menos tiempo de sobrevuelo y por ende mejor ruta de despresurización. En cambio si cruzaran por Atacama, Chile, al ser más ancha la cordillera quedaría muy justos con el tiempo de oxigeno. El tiempo de oxígeno varía según la aeronave y la configuración que elija la compañía. Por ejemplo: los A320 de LATAM poseen un oxígeno disponible por 22 minutos, lo que hace más cómodo el cruce por la zona de Atacama, en especial rutas como Buenos Aires o Montevideo a Lima.
Conocer qué factores influyen en un cruce de la cordillera nos ayuda a perder el miedo a volar. Sabemos que las tripulaciones y el personal en tierra están capacitados para poder evitar todos estos factores de antemano o en vuelo.
Colaboración: Piloto TLA Mariano Lopez
Publicado em 25 de Junio de 2021 a las 19:00
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